En el periódico de hoy escribo sobre el (posible, potencial) impacto de la victoria de Macron para la UE. ‘La remontada de Europa, lo titulo. “Con matices, condiciones y reparos, quizás sin poner mucho de su parte, pero esta vez Europa gana. Y ya era hora”.
Os dejo otros análisis de varios compañeros de Bruselas ( o no), siempre con el ojo puesto en la UE.
En El Confidencial, María Tejero arranca su pieza con la misma idea de remontada (así, en español, es como lo definió el domingo por la noche el portavoz de Juncker. La victoria de Macron da esperanzas a los partidarios de relanzar Europa.
Miquel Roig, en Expansión, con algo más de escepticismo: Bruselas celebra a Macron… pero solo gana tiempo. Ya con el ojo puesto en los 11 millones de franceses que se han decantado por Le Pen y que “2022 está a la vuelta de la esquina. Y para entonces, el Frente Nacional, y tal vez Le Pen, seguirán estando ahí para capitalizar cualquier decepción”.
Beatriz Navarro en La Vanguardia: Europa confía en que Macron ayude a pasar página y revitalizar la Unión.
David Carretta en Il Foglio: L‘Ue è più timida dei neoeuropeisti entusiasti organizzati e in marcia– L’elezione di Macron all’Eliseo vista da Bruxelles è la rimonta inattesa e insperata dei globalisti e degli internazionalisti
En El País, Xavier Vidal Folch: ¿La muerte de Europa? El soberanismo ha quedado desmochado en Francia. A manos del europeísmo: de un “europeísta radical”. Y J. I. Torreblanca: Además de ganar, Macron tiene que triunfar.
Andrés Ortega en el blog del Real Instituto Elcano: Macron, soberanista europeo.
José María de Areilza en El Correo: Macron entra en escena (europea)
Dídac Gutiérrez Peris en Política Exterior: La doctrina Macron. “El gran riesgo con cualquier presidente francés es que, una vez electo, tenga la tentación de utilizar ese bagaje histórico para descuidar el multilateralismo y el espíritu comunitario. Con Reino Unido enfangado en su Brexit, Francia será a partir de mañana la única potencia en el Consejo de Seguridad comprometida con el multilateralismo regional. Será el freno frente a una dupla –EEUU y Rusia– que se empeña en violar la legalidad internacional en los próximos cinco años. En ese sentido, la pregunta para Macron es saber si puede al mismo tiempo tener la paciencia suficiente de priorizar la construcción europea como dice, o si se decanta por priorizar su propia doctrina internacional para la República Francesa en su individualidad. Existe una tercera opción, nunca antes asumida por ningún presidente francés, que consiste en tomar el riesgo de liderar y apropiarse de la Unión. Impossible n’est pas français, como decía Bonaparte.
En Le Monde, Cécile Ducourtieux A Bruxelles, le soulagement après l’élection d’Emmanuel Macron.
Maïa de la Baume y Quentin Ariès en Politico: Emmanuel Macron won’t mean business as usual in Brussels.